Los reforzadores son elementos clave en el aprendizaje y en la modificación de conducta en los seres vivos. Un reforzador es cualquier estímulo que aumenta la probabilidad de que una conducta se repita en el futuro. Existen dos tipos de reforzadores: los reforzadores positivos y los reforzadores negativos.

Reforzadores positivos

Los reforzadores positivos son aquellos estímulos que aumentan la probabilidad de que una conducta se repita en el futuro porque se asocian con algo agradable o deseado. Algunos ejemplos de reforzadores positivos son:

  • Alimentos o bebidas preferidas
  • Elogios o reconocimientos
  • Dinero o regalos
  • Actividades de ocio o entretenimiento
  • Afecto o cariño

Es importante destacar que lo que es un reforzador positivo para una persona puede no serlo para otra. Por ejemplo, para una persona que no le gusta el chocolate, ofrecerle chocolate como recompensa no sería un reforzador positivo. Por ello, es importante conocer bien a la persona a la que se quiere reforzar para elegir adecuadamente el reforzador positivo.

Reforzadores negativos

Los reforzadores negativos son aquellos estímulos que aumentan la probabilidad de que una conducta se repita en el futuro porque se asocian con la eliminación de algo desagradable o no deseado. Algunos ejemplos de reforzadores negativos son:

  • Evitar una tarea aburrida o desagradable
  • Evitar un castigo o una consecuencia negativa
  • Reducir el dolor o la incomodidad

Al igual que ocurre con los reforzadores positivos, lo que es un reforzador negativo para una persona puede no serlo para otra. Por ejemplo, para una persona que disfruta haciendo deporte, evitar hacer deporte como recompensa no sería un reforzador negativo. Por ello, es importante conocer bien a la persona a la que se quiere reforzar para elegir adecuadamente el reforzador negativo.

Conclusión

Los reforzadores son elementos clave en el aprendizaje y en la modificación de conducta en los seres vivos. Existen dos tipos de reforzadores: los reforzadores positivos y los reforzadores negativos. Es importante conocer bien a la persona a la que se quiere reforzar para elegir adecuadamente el reforzador positivo o negativo. De esta forma, se aumenta la probabilidad de que una conducta se repita en el futuro y se consigue una modificación de conducta efectiva.

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